¿Qué impide que las pymes crezcan?

Se calcula que si las pymes españolas tuvieran un tamaño mayor, similar al de las pymes de otros países europeos, el PIB podría crecer más de un 3% adicional.

Publicado el 21 Feb 2018

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El tejido empresarial español está formado en un 99,7% por pymes y micropymes que suponen el 74% del empleo y solo el 63% del valor añadido bruto, según los datos de Eurostat. Y es que el pequeño tamaño de las empresas acaba penalizando el crecimiento del PIB.

El miedo a crecer está presente en las pymes españolas, apuntan desde RB Ruiz Beato Abogados. Según estimaciones del Ministerio de Economía, si España consiguiese una estructura empresarial similar a la del resto de la Unión Europea, el PIB crecería un 3,35%.

Pero la realidad es que las pymes tienen miedo a crecer y, en muchos casos, carecen del personal cualificado, de visión empresarial , conocimiento y herramientas para aumentar su tamaño e incrementar su productividad”, apunta Fernando Ruiz-Beato, socio de RB Ruiz Beato Abogados.

En este contexto, desde RB Ruiz Beato Abogados plantean las diez razones por las que las pymes españolas no crecen:

  • La falta de preparación. Crear un negocio es difícil, mantenerlo en el tiempo mucho más pero estar preparado para dirigirlo en las diferentes etapas del mismo y adaptarse al crecimiento que el negocio experimenta tiene un mérito innegable. A veces el no tener la preparación adecuada o el no estar formándose continuamente puede provocar que un negocio estable y rentable, muera por su propio éxito.
  • La falta de personal cualificado. Se calcula que el número de vacantes en España supera los 110.000 puestos de trabajo sin cubrir. No basta con buscar empleados formados y cualificados, sino también empleados que quieran aprender y sean conscientes de sus limitaciones pero que tengan una mínima visión empresarial. Personal que exija condiciones pero que esté dispuesto a dar resultados.
  • La falta de personal comprometido. Incentivos, coaching, conciliación familiar, teletrabajo, empresarios que explotan, trabajadores que no trabajan y engañan al empresario, transgresión de la buena fe contractual, despidos, modificaciones de las condiciones de trabajo, costes… pero a la hora de la verdad una de las principales razones para no crecer es no tener un personal comprometido que te acompañe en tu aventura profesional, en quien puedas delegar, empleados que este bien formados, que sean capaces de asumir compromisos y responsabilidades.
  • La falta de planificación. Muchas empresas con un gran producto han fracasado y, en cambio, otras vendiendo lo de siempre o con un producto normal tienen éxito. Si uno no planifica las cosas no puede crecer, porque para crecer hay que saber qué rumbo o meta se quiere conseguir, lo que se pretende alcanzar y que un incremento inesperado no suponga el cierre de la empresa por no estar preparado. No conocer el mercado, las necesidades de tus clientes o tu competencia, te impiden crecer.
  • La falta de visión empresarial. Hoy en día la generación actual no está formada para ser empresaria y la verdad es que tampoco se le facilita serlo, se huye de las responsabilidades y la mayoría de los que dicen ser empresarios son meros gestores, que no emprenden, que no arriesgan. Todo negocio por mucho que se gestione muy bien requiere algo más que optimizar costes e huir de los costes fijos o realizar maravillosas hojas Excel. Un negocio requiere innovar, crear, invertir, emprender, arriesgarse, endeudarse y no todo el mundo está capacitado para llevar esa carga.
  • La burocracia y obligaciones excesivas. A medida que se crece los problemas crecen, las necesidades aumentan, las obligaciones ahogan y la burocracia empapela tu despacho y eso genera costes, tiempo, trabajo, distracciones pero que a la vez son inevitables. No saber sobrellevar esta tarea te atasca e impide crecer.
  • La falta de relaciones personales. Qué pocas relaciones profesionales se construyen y llegan a ser personales o amistades. Por la política de low cost nos acercamos o nos alejamos de nuestros proveedores o clientes sin valorar el camino andado, prescindiendo los unos de los otros sin tener en cuenta el factor humano. Hoy en día unos vienen y otros van, ahora eres importante y mañana no o por el mero hecho de llevar ocho años como cliente o proveedor se rompe la relación porque según un manual eso significa acomodamiento e ineficacia.
  • Las luchas internas o de egos. Lo conflictos societarios y la lucha de poder entre socios es un impedimento sin duda para el crecimiento. Conviene repartir tareas y basarse en la confianza para saber que cada uno hará su acometido con diligencia.
  • La desmotivación, desinterés o desanimo. Que se produce por una carga impositiva tan alta como la que tenemos y que un momento dado te desmotiva para trabajar, esforzarte, sacrificar tu vida privada porque tienes un socio que no conoces y que se lleva a su casa el 50% de tu esfuerzo. Que se produce por la incertidumbre o inestabilidad de un futuro cuando ves que el mercado está en manos de grandes corporaciones y cada día te resulta más complicado seguir abriendo tu negocio.
  • El miedo a internacionalizarse. Existen grandes oportunidades fuera de España para ampliar el negocio y replicar con éxito modelos de negocio que funcionan. Sin embargo, la necesidad de invertir, el trabajo adicional, las inquietudes y el desconocimiento o el querer ganar pronto mucho dinero, hacen que muchos empresarios prefieran quedarse en su zona de confort en el mercado nacional.

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Redacción TICPymes

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