Lejos han de quedar los días en los que el presidente o CEO de la compañía pasaba la mayor parte de la jornada laboral encerrado en su lustroso despacho de la oficina.
A pesar de que un reciente informe alerta del hecho de que el 81% de las empresas españolas ignora las redes sociales, poco a poco los directivos, sobre todos aquellos que forman parte de la Vieja Escuela, entienden que la inexorable digitalización de la sociedad –y por ende también del entorno empresarial- exige un community manager de la compañía en Internet, pero…. ¿deben todos los estamentos de la empresa mostrar un perfil público 1.0? Dicho de otra manera ¿Debe tener el CEO de la compañía una cuenta de Twitter o Facebook?
En este escenario, reacio a abrazar las posibilidades de la comunicación directa con el consumidor y el usuario en la red de redes, LinkeDin ha roto las primeras barreras. Pocos son ya los directivos sin perfil público en este directorio profesional web, aunque la mayoría no muestra interés en establecer una relación con el público o mostrar detalles de su vida profesional con los stakeholders, esto es todos aquellos que son afectados por las actividades de su empresa.
En este sentido, cada vez son más numerosos los expertos que aconsejan al directivo apostar por una buena gestión de la imagen personal online. La trasmisión de los principios que rigen su empresa, la transparencia, la confianza en conversar abiertamente con el público, o el reconocimiento y respeto al liderazgo del CEO, son excelentes parámetros con los que comenzar a interactuar en las redes sociales.
Un directivo 2.0 con presencia activa en las redes se muestra ante la audiencia –formada por miles de potenciales consumidores y usuarios- como un comunicador accesible a sus seguidores. El CEO obtiene así una plataforma desde la que puede alzarse como el mejor embajador de su propia marca.
